FOTOS CIMS CAPÇALERA

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ULURU FUJIYAMA EVEREST SINAI MONTBLANC ANETO  DENALI
ULURU 863 m, 2831ft FUJIYAMA 3776 m, 12388ft EVEREST 8848 m, 29029ft SINAI 2640 m, 8651ft MT.BLANC 4810 m, 15781ft ANETO 3404 m, 11168ft DENALI 6168 m, 20237ft
25°20′41″S 131°01′57″E 35°22′N 138°44′E 27°59′16″N 86°56′40″E 29º30’N 33º50’E 45°49′58″N 6°51′54″E 42°38′00″N 0°40′00″E 63°20′N 150°30′O
TODAS ESTAS MONTAÑAS, SALVO EL EVEREST, HAN SIDO ASCENDIDAS POR EL AUTOR DE ESTE BLOG

viernes, 16 de octubre de 2015

EL LLEBEIG (1) DE CALDES DE BOI

Pere Rodés i Muñoz,  Carmen Miranda Parlón

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Encontrar información sobre la nieve y aludes del pasado es una tarea ciertamente dificultosa. Parece ser como si la gente los olvidara y solo no se cansan de repetir, en toda España: “que antes nevaba más”. Las personas que se dedican a intentar encontrar esta información  les es necesaria mucha paciencia y  tal vez algo de suerte. Furdada (1996:275) comenta que de los aludes con periodos de retorno superiores a 100 años no se puede obtener información fiable del estudio de la vegetación y de los trazados geomorfológicos, transporte y acumulación de troncos o bloques en la zona de llegada, Por lo que la información debe obtenerse por otras fuentes: Historia local, documentación eclesiástica,  informes policiales sobre daños y notas en prensa de la época[2], etc.
Los aludes con periodos de retorno de más de 100 años, como ha quedado dicho,  son difíciles de estudiar y hay que buscar en otros lugares, en otras fuentes. Ha veces las primeras pistas vienen de las leyendas que suelen explicar fenómenos extraordinarios y dignos de ser recordados. La leyenda puede servir para comunicar el saber y el conocimiento almacenado por la tradición sobre el pasado. La leyenda pertenece al saber “histórico”, a la memoria colectiva que cada grupo humano ha desarrollado alrededor de unos hechos, personajes, lugares, hechos o cosas que se consideran como significativos, por lo tanto, hay que recordarlos y conservarlos (Prat, 1987).

Se tienen noticias de un alud que destruyó en parte las casas del balneario de Caldas de Boí, aguas arriba del Noguera del Tor a través de Narcís Camós.

El valle de Boí esta orientado de norte a sur y recorrido en toda su longitud por el río Tor, que nace de las aguas que salen del Llac Negre.

Imagen  original de la Virgen Caldes de Boi
A 1500 metros de altitud se encuentra  lo que es ahora el Balneario de Caldes de Boí, en la ribera derecha del valle. Camós describe: “rodeada de harto ásperos montes del término de San Juan de Bohi; consuela a los fieles devotos una imagen de Aquella....tiene edificada una capilla esta Señora en dicho lugar, que es un valle llamado de Bohi al cual sirven como muros unos altos y ásperos montes que tienen de entre ambas partes llenos de pinos y otros árboles que se llaman abetos...por delante de la capilla pasa el río llamado Fumadetor ”.

Para llegar a esta este lugar las comunicaciones eran harto dificultosas, bien se remontaba el río, habiendo llegado hasta Pont de Suert o bien atravesando los puertos de montaña: el de Caldes (2560 m.), que comunica con el valle de Aran, al norte o el Portarró d’Espot (2425 m.) que comunica con el valle del Noguera Pallaresa, al este. El viaje debía realizarse en caballería, no llegando los primeros motores de explosión hasta agosto de 1945 y la carretera asfaltada, tal y como se conoce actualmente, hasta algunos años mas tarde, con objeto de la construcción de la presa de Cavallers.

Las aguas medicinales de este lugar pirenaico son conocidas de antiguo. Todo indicaría que las aguas termales de lugar ya eran conocidas por los romanos, ya que la palabra caldas así lo haría pensar. Los establecimientos explotados por los árabes recibían el nombre de alhama. En el 1011 aparece en los documentos la donación de la capilla al abad de Nuestra Señora de Caldes por los condes de Erill.

Según la tradición la imagen de la Virgen de Caldes, al igual que otras muchas, fue escondida a los sarracenos que hacían razzias por los valles pirenaicos en los que no llegaron a establecerse, y fue localizada por un pastor a finales del siglo XIV.[3]

Según el cronista Hieronyum Pujades haciendo referencia a Caldes escribe en 1609: “Al cap de la vall de Boy hi ha una deuota hermita  ques diu Nostra Senyora de Caldes, y alli dins espay  de pesques passes naixen dos fonts, de diferents calitat, que la una es frigidisima y la altra calidísima...”.

Imagen del Balneario de caldas de Boi datada de 1674
Por un dibujo datado de 1674 podemos conocer como era Caldes de Boí en aquella época.

En aquellas fechas existía una capilla de reducidas dimensiones, y su puerta coincide con los vestigios que de ella quedan, pero aparentemente junto al rio; frente a la puerta un puente de madera.
Sobre la capilla vemos el edificio de “banys calens”, cuyo emplazamiento coincide con el ocupado hoy por sus muros. Debajo de los “banys” se observa una casa que podría haber sido la que  destruyó el llabeig de 1613.

Estamos en plena “Pequeña edad del hielo”. Un periodo de unos 500 años en que hubo un marcado descenso de las temperaturas y un crecimiento de las lenguas de los glaciares. Termino a mediados del siglo XIX y desde entonces la temperatura no ha dejado de aumentar.

Narcís Camós fue un fraile dominico de la orden de los predicadores, natural de Girona. Entre 1651-1653 se dedicó a recorrer la mayor parte de lo que en aquella época era conocido como Catalunya con un objetivo claro y muy especifico: hacer un repaso exhaustivo de la devoción mariana del principado mediante una detallada  documentación  de todas las iglesias, capillas, conventos y otros lugares de culto que encontró dedicadas a la Virgen  Maria.

Fue aquel un viaje lleno de dificultades debidas a las condiciones de las vías de comunicación, a los rigores de la climatología[4], a la inseguridad  en que se hallaban los caminos durante aquel periodo en que el país guerreaba en su propio suelo contra tropas francesas que la infestaban.

Portada del Libro de Narcís Camós editado en 1657
El padre Narçis Camos que visito Caldes de Boi en 1653 nos dice: “Entre los portentos que ha obrado el cielo en esta casa, fue grave el que sucedió cerca los años 1613, cuando, estando muy cargado de nieve el monte de la parte donde esta la capilla, cayó (como dicen por allí) un llebeig, que, por ser tan abundante, destruyó muchos árboles  y, dando de golpe sobre la casa que estaba en mucha parte delante de la capilla, la derribó sin que tomasen ningún daño cinco o seis personas que había en ella ni tampoco la iglesia de la Virgen, a la cual que encomendaron muy de veras, a la que sintieron ruido; y advirtiendo que, llegando la nieve cerca de la iglesia, se dividio, sin hacer más daños,  y así fue tenido por todos por una grande maravilla y hoy se cuenta como tal”

Una leyenda, recogida por Bellmunt,  explica y se atribuye como milagro a la mare de Déu de Caldes de Boi. Sucedió que una masa de nieve (congesta) arrasó todo lo que encontró a su paso y dañó algunos edificios dedicados al servicio de la Virgen. Bajo el alud quedaron sepultados dos capellanes. Todo el mundo los dio por muertos ya que el espectáculo desolador así lo hacia prever. Todo el mundo se sorprendió  mucho cuando los encontraron con vida. Cuando se les pregunto como era posible, respondieron que habían invocado a la Mare de Déu de Caldes de Boi y esta los había escuchado. (Bellmunt i Figueras, 1997:78).

También quedo reflejado en uno de los versos de los Goigs dedicados a dicha Virgen.

 “Mostrareu vostra clemència

Als afligits sacerdots

Cuant derroca vostra torre

lo llevetig tant furios; (posteriorment lleveitg)

Restaren salvos los dos

Per averos invocada

Mare del Redentor

de Caldes intitulada”.


Imprenta de Sánchez. Barcelona 1857

(En una edición en castellano, consultada, no se hace ninguna referencia a los aludes).









BIBLIOGRAFIA

 Abella, Jordi: Prologo de Jardín de María plantado en el principado de Catalunya. El Bisbat d’Urgell. Garsineu edicions. Tremp 1992. (El libro original fue publicado en 1657).

Alano Villar, Anselmo: Caldas de Bohí. Anécdotas de mi vida balnearia. Imprenta Gráqfica 82, SA. Barcelona 1979.

Bellmunt, Joan: El valle de Boí. Editorial Milenio. Lleida 2001.

Bellmunt i Figueras, Joan: Mare de Déu de Caldes de Boi. Realitat, història, llegenda... Pagès editors, Lleida, 1997 (pp78).

Camós Narciso: Jardín de María Plantado en el Principado de Catalunya. Barcelona, 1657 por Jaime Plantada; reimpreso en Gerona en 1772 por Jose Bro. Consultada la edición de Editorial Orbis, Barcelona, 1949.

Coromines, Joan (1985): Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana. Curial edicions catalanes. Barcelona (Tom 5, pp 95-98).
Furdada i Bellavista, Gloria: Estudi de les allaus al Pirineu occidental a Catalunya: prediccio espacial i aplicacions de la cartografia. Geoforma ediciones. Logroño, 1996.

Pujades, Hieronyum (Jeroni): Crónica universal del Principat de Catalunya. Imprensta de José Torner. Barcelona, 1829.

Prat i Carós, Joan: La mitología i la seva interpretació. Els libres de la Frontera. Barcelona 1987.

Gil i Cirera, G,; Florensa Orive, J, «Estudio de Caldas de Bohí y sus aguas termales», Gimbernat: Revista d’Història de la Medicina i de les Ciències de la Salut, [en línia], 1985, Vol, 3, p, 205-20, https://www,raco,cat/index,php/Gimbernat/article/view/43179 [Consulta: 22-02-2020],





[1] La palabra con la que se conoce en estos lugares de la Alta Ribagorça, a la masa de nieve que se desprende de las montañas con violencia y estrépito. En la área del catalán y según el etimologo Joan Coromines (1985) la palabra  allau de neu entra por la puerta grande de la lengua literaria y común de la mano de Mossèn Jacint Verdaguer al referirse al alud que arrasó el pueblo de Àrreu, en el valle d’Aneu (Pallars Sobirà)  a principios del siglo XIX, ocasionando 17 muertos según refiere Pascual Madoz en su Diccionario

[2] La prensa periódica en el estado español empezaría en 1792 con el Diario de Barcelona, a pesar de conocer unas gazetas publicadas con anterioridad. También se ha consultado, sin éxito, la Prensa de Gerona que data de 1803.
[3]  La imagen fue destruida en 1936. La que se puede contemplar en la actualidad es copia de la antigua obra del escultor barcelonés Camps Arnau, realizada en 1940.

[4] Según Camós aquellos inviernos de 1651-52 y 1652-53 fueron fríos y con nieves.

1 comentario:

  1. Me gustaría saber en qué libro aparece ese grabado impreso. Tengo una imprenta y la xilografía de dicho grabado, quisiera datarlo. Si alguien lo sabe, agradecería se pusieran en contacto conmigo en ibor@imprentaibor.com


    Muchas gracias

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