Ante la esperada "estampida" de los usuarios, habituales o no del
medio natural, se espera un rebrote, no ya del coronavirus, si no de los
accidentes en montaña, como parece ser ya ha pasado.
Como enfermero, una de mis posibles funciones es la docente y como docente la prevención de cualquier problema que ponga la vida de las personas en peligro, será el mejor de los tratamientos.
Se habla mucho, en la prensa y en las redes sociales, de los rescates y de los 30 o más grupos que actúan en el estado español sacando a accidentados del medio natural, pero muy poco de prevención y de que la población conozca por donde le vendrán los "tiros", para, en lo posible evitarlos, y en el caso de encontrarse con un "fregado" saber cómo actuar en consecuencia, ya que los primeros momentos tras un accidente es primordial la atención sanitaria, lo que estadísticamente está demostrado que aumenta las posibilidades de supervivencia.
Como enfermero, una de mis posibles funciones es la docente y como docente la prevención de cualquier problema que ponga la vida de las personas en peligro, será el mejor de los tratamientos.
Se habla mucho, en la prensa y en las redes sociales, de los rescates y de los 30 o más grupos que actúan en el estado español sacando a accidentados del medio natural, pero muy poco de prevención y de que la población conozca por donde le vendrán los "tiros", para, en lo posible evitarlos, y en el caso de encontrarse con un "fregado" saber cómo actuar en consecuencia, ya que los primeros momentos tras un accidente es primordial la atención sanitaria, lo que estadísticamente está demostrado que aumenta las posibilidades de supervivencia.
Reiteramos hasta la saciedad, que la práctica del montañismo se
realiza en un medio “hostil”, aislado (aunque cada vez menos), agresivo, donde
multitud de factores intervienen en que nos podamos hacer más o menos daño. A
diferencia de otros deportes que se realizan en instalaciones cerradas,
controladas y con unos medios asistenciales cuasi inmediatos, en cambio los
usuarios de la montaña y el medio natural han de tener un gran conocimiento de
un gran (perdóneseme la redundancia) número de variables para hacer seguras sus
salidas a la montaña, que, insisto, practicantes de otros deportes no les son
para nada necesarios. De ahí, para mí, la idiosincrasia de lo que hacemos.
En todo
accidente hay una concatenación de errores entre los que destaca los errores
del propio accidentado. No en vano desde hace unos años los psicólogos están
destacando como el factor humano interviene en la accidentalidad.
En su día, el Dr. Garate, uno de los médicos de la Federación Vasca de
Montañismo, apunta a la PREVENCIÓN
como el factor básico para evitar o al menos limitar el 80% de los accidentes,
siendo el 20% restante por causas imprevisibles.
También en la bibliografía encontramos que los accidentes pueden venir de
parte del practicante de la actividad (peligros objetivos) y/o por parte
del medio donde se realiza la actividad (peligros subjetivos). Pero, como decíamos
en otro lugar, me gustaría plagiar la idea que dieron a inicios de los años 50
del siglo pasado el doctor Perelló y Jaume Rañe.
PELIGROS EN LA MONTAÑA
Jordi Perelló y Jaume Rañe expusieron, posiblemente, en 1953 el primer
estudio epidemiológico sobre accidentes en montaña. Perelló comienza su
trabajo diciendo que: “los estudios de las circunstancias de un accidente
pueden servir de experiencia para el montañismo, hacer más segura su
práctica y evitar las desgracias que tanto nos afligen.” De Reñe aprovechamos
sus ideas e intentamos agrupar a grandes rasgos por donde pueden venir estos
peligros, que, conociéndolos, podríamos evitarlos es lo posible.
- Inherentes a la meteorología: rayos, lluvia, niebla, nieve…
- Inherentes al medio: altitud, frío, mecánica torrencial, radiaciones solares, sequedad….
- Inherentes al material i equipo
- Inherentes a la propia persona: miedos, exceso confianza, grado entreno, agotamiento, enfermedades previas, preparación técnica…
- Otros peligros: caída de piedras/seracs, aludes nieve, barrancos, BTT, caída en grietas/rimayas….
Para Kellerman la seguridad en la montaña se basa fundamentalmente en
un serio aprendizaje de todas les disciplines de los deportes de montaña y aumenta
en proporción a la experiencia. Y, personalmente añado, que esta experiencia,
tal vez será fuente de accidentes.
Hasta no hace mucho, el lento aprendizaje de todas y cada una de las
facetas que compone la práctica del montañismo se realizaba en las sedes de los
clubs, donde los más expertos, reconocidos y avalados por el grupo, transmitían sus saberes a los
recién llegados, mediante cursillos teórico – prácticos y luego a lo largo del
año se iban realizando excursiones durante las cuales se iba cogiendo la
experiencia necesaria, haciendo piña? reforzando al grupo, haciendo, en definitiva,
Club o entidad excursionista. Creo que el montañismo no se aprende en las
aulas, ni en unas pocas salidas o siguiendo a un guía de montaña.
Como decíamos al principio y conociendo, ahora por donde pueden
venir los peligros, sería interesante hacer y tener presentes en todo momento y
lugar algunas recomendaciones preventivas básicas, que tal vez puedan obviar un
problema de salud en la montaña y que han aparecido por las redes sociales hasta la saciedad por parte de la Guardia Civil y otros grupos de rescate o entes.
También la literatura médica reconoce,
desde hace tiempo, que, ante una situación de emergencia con riesgo vital, la
primera atención sanitaria que se presta, in situ, es un factor
determinante en el desenlace del proceso asistencial. Y esta atención sanitaria debe ser prestada, sin ningún tipo cuestionamientos, por personal sanitario (medicos, enferemeros - de ambos sexos) altamente cualificado para hacerse cargo de las posibles víctimas. Los montañeros deben, entre sus otros muchos conocimientos saber como actuar como primer interviniente ante accidentados, por lo que se deben formar en esta área especifica.
En próximas entradas nos
haremos eco sobre sencillas nociones sobre primeros auxilios.
Bibliografía
Kellerman, Walter 1984, Seguridad en montaña, manual
básico, Planeta ediciones
Perelló, Jorge i Reñé, Jaime: los accidentes en
nuestras montañas. Revista Montaña (CEC) 1953;23:244-252 y 1953;24:281-288.
Rañé, A, Herrero, R, Leal, C, Rodés, P, Clarella, B: Accidentes de montaña en Cataluña, 1983-84. Estudio retrospectivo en Rañé, A: Medicina de Montaña. Patología ambiental de alta cota. Libro de ponencias y comunicaciones VII Jornadas de Medicina de Montaña. Barcelona 1985. Federación Española de Montañismo-Unió Excursionista de Catalunya. Barcelona 1989.
Avellanas, M.L.: Los accidentes de montaña en España. Análisis de la situación actual, sobre un estudio epidemiológico de los últimos 25 años (1969- 1993). Tesis de doctorado en medicina. Zaragoza, 1993.
Garate, R, Arregui, R, Armentia, J, Ceberio, I, Garaioa, X, Lizarraga, K.: Análisis de los accidentes. Montañeros vascos federados fallecidos en montaña durante el periodo 1987-1994. Gure Mendiak 1995;105:154-159.
Rañé, A, Herrero, R, Leal, C, Rodés, P, Clarella, B: Accidentes de montaña en Cataluña, 1983-84. Estudio retrospectivo en Rañé, A: Medicina de Montaña. Patología ambiental de alta cota. Libro de ponencias y comunicaciones VII Jornadas de Medicina de Montaña. Barcelona 1985. Federación Española de Montañismo-Unió Excursionista de Catalunya. Barcelona 1989.
Avellanas, M.L.: Los accidentes de montaña en España. Análisis de la situación actual, sobre un estudio epidemiológico de los últimos 25 años (1969- 1993). Tesis de doctorado en medicina. Zaragoza, 1993.
Garate, R, Arregui, R, Armentia, J, Ceberio, I, Garaioa, X, Lizarraga, K.: Análisis de los accidentes. Montañeros vascos federados fallecidos en montaña durante el periodo 1987-1994. Gure Mendiak 1995;105:154-159.
Lizarraga, Kepa: Consejos para disfrutar la montaña con salud. Euskal Mendizale Federazioa.Editorial Pyrenaica. (accesible desde esta pagina del blog: https://nieveyaludes.blogspot.com/2016/02/consejos-para-disfrutar-la-montana-con.html)
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